HISTORIA
En Navidades de 2011 se nos murió un perrito llamado Spot; y decidimos tener un año de duelo ante su recuerdo permanente y doloroso.
Después de insistir mucho con mi abuela, mi abuelo cedió y empezamos a mirar algún perrito pequeño y cariñoso que hiciera mucha compañia.
En septiembre, mi abuelo fue a mirar a la tienda Yorkis a ver si había algún perrito, y nos encontramos ante la sorpresa que acababan de tener cachorritos de Bichón maltés (¡eran tan bonitos!). Enseguida escogió uno, un macho precioso y de lo más cariñoso. En Navidades llegó a casa (¡qué sorpresa!). Creó que nunca había llorado tanto por un regalo.
Desde entonces Pincho vive con mis abuelos en Barcelona, y yo todos los fines de semana que puedo, voy a visitarlo. (¡Lo echo tanto de menos!) No puede vivir conmigo porque mi otra perrita, Nina, no es muy sociable y no se han gustado porque ella es muy protectora.
Atentamente Adriana, una total enamorada de los animales.