HISTORIA
Jones apareció en mi jardín en octubre de 2013. Era un precioso gato de Angora que destacaba por su gran tamaño y por su extraordinaria belleza. Empecé a alimentarlo un poco con pienso, de cara al frío de noviembre y diciembre. Pasó muy bien el invierno pero, al comenzar la primavera, se llenó de pulgas y garrapatas y empezó a perder mucho pelo y a adelgazar. Contacté con el veterinario pero, al tratarse de un gato salvaje, me dijeron que podía tratarse de muchas cosas (icluso de la Tiña).
Con el tiempo, Jones se volvió un gato muy cariñoso y se dejaba tocar, acariciar, cepillar, cojer en brazos... en fin, se dejaba hacer de todo. En verano le salieron unas heridas circulares muy feas detrás de las orejas. Eran muy profundas y sangraban mucho. Le puse antibióticos, le curé las heridas y esto duró casi un año. Entonces, llamé a una veterinaria que aceptó subir hasta mi casa y lo desparasitó y fue mejorando.
A pesar de todos los esfuerzos que he hecho, sé que Jones nunca aceptará vivir en una casa cerrada. Es un gato callejero que le gusta que se ocupen de él y, al fin y al cabo, es libre. Pero lo bueno es que se ha unido a él otra preciosa gatita (Cyndi) de reducido tamaño. Juntos han formado pareja y viven en el jardín. Los dos se protegen y se hacen compañía. (<<Leer más sobre Cyndi)
Con gatos como ellos, una aprende que los animales son mucho más agradecidos que los humanos y ¡los quiere con todo el corazón! |