HISTORIA
En 2009 mi sobrino me trajo a casa a una gatita flacucha y asustadiza de pocos meses que había sido maltratada por su antiguo propietario. No sé muy bien qué le hicieron (ni quiero saberlo), pero tenía mucho miedo a las alturas y tenía pánico de las ventanas. Desde el primer momento en que la vi, me enamoré de ella. ¡Ahora es la alegría de la casa y la mejor compañía que se puede tener!
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