MARMOTA |
Nombre
científico: |
MARMOTA
MARMOTA |
Categoría: |
MAMÍFERO |
Dieta: |
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Reproducción: |
VIVÍPARO |
Tamaño: |
50
- 60 cm |
Masa: |
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Longevidad
media: |
5 AÑOS |
Hábitat: |
TERRESTRE |
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EL
MUNDO DE LA MARMOTA |
Introducción
La marmota alpina es el roedor más grande de Europa
y una de las dos especies de marmotas que se encuentran en este
continente. Está emparentada con las ardillas, con las que comparten
familia, pero su aspecto y costumbres difiere enormemente de las
de éstas.
Está difundida por los montes Tatras, Alpes y Pirineos (donde
fue reintroducida en 1948), entre los 800 y los 3.200 metros de
altitud. Aunque ésta es la especie que comúnmente se conoce como
marmota, existen al menos 14 especies más, difundidas por las
zonas montañosas del hemisferio norte clasificadas dentro del
género Marmota y que incluyen esta palabra en su nombre común.
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Anatomía |
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La
marmota de los Alpes mide entre 50 y 58 centímetros de largo,
a los que hay que añadir entre 13 y 16 centímetros de cola, bastante
corta en comparación con otros roedores. El peso máximo registrado
es de 8 kilos.
La cabeza y cuerpo son gruesos, con patas cortas y orejas pequeñas
como adaptación al frío del hábitat en que viven. El pelaje es
pardo grisáceo en el dorso, con el vientre amarillento y el extremo
de la cola de color negro.
La subespecie de los Montes Tatra se caracteriza por su menor
tamaño y su pelaje de color más claro. |
Alimentación |
Las
marmotas
alpinas se alimentan de plantas herbáceas, semillas y pequeños
invertebrados (insectos, arañas, gusanos). Prefieren los brotes
jóvenes y mantienen sus alimentos con sus patas delanteras cuando
comen.
Las marmotas de los Alpes salen de sus madrigueras para alimentarse,
sobre todo por la mañana y por la tarde. Son sensibles al calor,
por lo que a veces no se alimentan durante los días especialmente
calurosos. Cuando las condiciones meteorológicas son las adecuadas,
consumen grandes cantidades de alimentos con el fin de construir
una capa de grasa que les permite sobrevivir durante su larga
hibernación.
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Comportamiento |
La
marmota es de hábitos diurnos y pasa la mayor parte del día buscando
comida o sentada en su característica posición. Se relaciona con
facilidad con otros animales de su especie, estén emparentados
entre sí o no, hasta el punto de formar colonias de centenares
de ejemplares que tienen sus madrigueras en la misma zona. Estas
madrigueras acogen a varios individuos, y pueden llegar a tener
varios metros de profundidad. Así, las marmotas quedan aisladas
por completo del frío que se apodera de la superficie durante
el invierno, que pasan en estado de hibernación. La temperatura
corporal se reduce entonces a entre 4'6 y 7'6 ºC, la respiración
a dos o tres veces por minuto y las pulsaciones a diez por minuto.
Con el fin de acumular reservas para el invierno, las marmotas
devoran grandes cantidades de hierbas (raíces incluidas) y desarrollan
una gruesa capa de grasa subcutánea durante el otoño.
Otra característica de las marmotas jóvenes es el hecho de que
se "besan". Este comportamiento es habitual entre marmotas
de una misma familia para reconocer el olor mediante caricias
nasales. |
Reproducción |
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Las
marmotas maduran y pueden reproducirse ya en su primer año de
vida, aunque lo más normal es que esperen al segundo para tener
su primera camada. La época de celo se produce entre marzo y abril,
justo al término de la hibernación. Durante el periodo de gestación,
que dura una treintena de días, macho y hembra permanecen juntos,
abandonando el primero la madriguera cuando se produce el parto.
Éste consta de dos a seis crías que nacen ciegas, desnudas e incapaces
de valerse por sí mismas. Crecen deprisa y alrededor del mes y
medio de nacer ya abandonan el hogar materno. |
Distribución |
El
registro fósil demuestra que las marmotas ampliaron enormemente
su extensión durante los periodos en que las glaciaciones se abatían
sobre el continente, desde Inglaterra y la Meseta Central castellana
hasta Rusia. Ya entonces eran un aperitivo ocasional para los
hombres primitivos, aunque su reducción a los montes Tatras y
los Alpes debe adjudicarse exclusivamente a los cambios climáticos.
No obstante, en tiempos recientes las marmotas fueron objeto de
una caza exhaustiva debido a las supuestas propiedades medicinales
de su grasa, que las llevó casi al borde de la extinción. En el
siglo XIX se comenzaron a tomar medidas para evitar su desaparición,
como la prohibición de la caza de marmotas en los Tatras en 1869.
Durante el siglo XX se han llevado a cabo varias repoblaciones
en Francia con éxito, hasta el punto de que las marmotas son ahora
una especie en expansión en los Pirineos francés, español y andorrano. |
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